¿Cómo fabricar cuerdas y cuidar el medio ambiente?

Producir menos residuos es bueno para el medio ambiente. Por ello, nuestro objetivo es utilizar las técnicas más avanzadas para fabricar productos cuya vida útil sea lo más longeva posible. Thomastik-Infeld considera este punto como una prioridad absoluta, y se esfuerza sin cesar para estar a la altura. Hace poco tiempo nos visitó Wilfried Hedenborg ––patrocinador de la Orquesta Filarmónica de Viena y de Thomastik-Infeld–– para probar algunas cuerdas con Franz Klanner ––jefe de diseño, tecnología y desarrollo de productos––. Durante el encuentro tuvieron ocasión de hablar sobre la resistencia y la vida útil de los nuevos prototipos. Wilfried contó a Franz que las cuerdas de prueba destacaban por tener vida útil extraordinaria. A esto, Franz respondió: «No es suficiente. Espero algo más». Este es el principio que nos guía. Siempre nos mueve el impulso de mejorar y ser los mejores.

Por desgracia, desde hace muchos años, la praxis se rige por el principio no escrito de hacer que las cosas duren menos para así multiplicar los beneficios. Pero en Thomastik-Infeld, las cosas se hacen de otra manera. Para nosotros, la máxima calidad implica siempre dos cosas: motivación y compromiso. Creemos en lo que hacemos, y lo creemos con pasión. Queremos crear productos con la máxima longevidad para nuestros músicos y para el medio ambiente.

Thomastik-Infeld se compromete con la protección del medio ambiente todos los días en forma de medidas de protección medioambiental que tomamos voluntariamente. El proyecto «ÖkoBusinessPlan» merece una mención especial. Ha llegado la hora de explotar recursos y materias primas de forma eficiente, de optimizar los procesos de producción, eliminar los residuos correctamente y reducir los costes operativos. Thomastik-Infeld colabora exclusivamente con socios que comparten sus valores. Para cerciorarnos de que es así, verificamos que todos nuestros proveedores cuenten con el certificado ISO 14001:2004 y que sus métodos de trabajo se correspondan con los estándares PEFC ––Programa para el Reconocimiento de Certificación Forestal––.

Nunca cesamos en la búsqueda de nuevos métodos y materiales, enfocamos nuestros productos desde todos los puntos de vista y ya hemos puesto sobre la mesa la producción de cuerdas de tripa. A priori, las cuerdas de tripa parecen ser una alternativa amigable con el medio ambiente porque son biodegradables. No obstante, su producción requiere el uso una larga lista de productos químicos. Además, su acabado puede variar: solo el 20 % son íntegramente de tripa, el 20 % contiene aceites y la mayor parte ––cerca del 60 %–– están barnizadas.  Trabajamos incansablemente por hallar nuevas posibilidades; precisamente ahora estamos experimentando con fibras de oruga y azúcar de caña. 

 

 REGRESA

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